A Veces El Cuerpo Lo Dice Antes: Cuando el dolor del otro se vuelve jaula

Susana Águila
22 jul
3 Min. de lectura

Cuando sostenemos emocionalmente lo que no nos corresponde, el cuerpo empieza a cargar con lo que la palabra calla. A veces lo hace en silencio, con un cansancio que no se va, una respiración que no se libera, o un dolor inexplicable en el pecho. Este artículo es una guía para reconocer esas señales, comprenderlas desde una perspectiva integral —neurociencia, yoga terapia y enfoque somático— y ofrecer herramientas para volver a ti, antes de romperte.

Cuando el cuerpo grita lo que el alma calla

Cuando el dolor del otro se vuelve peso en tu pecho, no es compasión: es olvido de ti. El cuerpo lo dice primero en la rigidez, en el aire que ya no entra—.Escucharle también es un acto de amor.

Sostener a alguien desde el amor puede ser un acto noble, pero cuando ese acto se vuelve crónico y desproporcionado, el cuerpo empieza a enviar señales de advertencia. No es casual: desde la neurociencia afectiva, se sabe que la exposición prolongada a vínculos demandantes activa el eje del estrés (hipotálamo–hipófisis–suprarrenal), generando cortisol de forma sostenida. Esto puede provocar fatiga, tensión muscular, insomnio o incluso síntomas depresivos leves.

Señales corporales de sobrecarga emocional

Cargar con el dolor del otro cuando no hay reciprocidad, límites claros o espacio para ti misma, produce un desequilibrio que el cuerpo intenta compensar. Algunas señales comunes:

Opresión en el pecho

Como si el aire no alcanzara: dificultad para respirar con libertad.

Dolor o tensión en espalda y hombros

Cargar con lo que no te corresponde suele manifestarse en estas zonas.

Fatiga crónica o pesadez al despertar

El cuerpo agota su energía en un sostén emocional constante.

Bruxismo o tensión mandibular

Morder hacia adentro lo que no se dice ni se suelta.

Sensación de nudo en estómago o garganta

Emociones retenidas; el cuerpo intentando procesar lo que no se expresa.

Irritabilidad inexplicable o llanto contenido

Reacciones corporales ante el desborde interno, incluso cuando la mente racionaliza.

Comprender desde la neurociencia

El sistema nervioso autónomo tiene dos ramas principales: simpática (alerta) y parasimpática (descanso).

En vínculos demandantes, es común que predomine la activación simpática: el cuerpo vive en modo “supervivencia”, aunque no haya un peligro físico. Esto puede llevar al llamado burnout emocional relacional. La buena noticia es que podemos regularnos a través del cuerpo, antes que desde la mente, gracias a prácticas que devuelven la sensación de seguridad interna.

Desde la yoga terapia: restaurar lo que se tensa por dentro

La yoga terapia ofrece posturas restaurativas que no buscan exigencia física, sino devolverle al cuerpo su capacidad de ser sostenido. En momentos de saturación emocional, una práctica breve puede cambiar el estado interno, permitir el llanto, aliviar la opresión o simplemente dar permiso para no sostener más.

Serie breve de Yoga Terapia (15–20 minutos)

AQUÍ te dejo una plantilla para imprimir y que puedas guardar como apoyo en tu práctica personal de yoga terapia. Ideal para acompañarte en momentos de regulación, pausa consciente y retorno al cuerpo.

Apoyo desde la herbolaria: la manzanilla

La manzanilla (Matricaria chamomilla) es una flor aliada del sistema nervioso entérico y del eje digestivo-emocional. Su uso tradicional incluye:

Calmar espasmos gástricos causados por tensión emocional

Facilitar el sueño en momentos de preocupación

Suavizar estados de irritabilidad o llanto contenido

Una infusión antes de dormir, acompañada de respiración lenta, puede ser un ritual sencillo y poderoso.

Recuerda…

Escucharte antes de romperte no es egoísmo: es un acto profundo de amor propio.

Cuando el cuerpo te habla en susurros de tensión o fatiga, lo más compasivo que puedes hacer es volver a ti. Reconocer que sostener no siempre es amar. Que contener no siempre es cuidar. Y que soltar a veces es la forma más honesta de permanecer fiel a ti misma.